Ronny de la Cruz: ‘La doble discriminación sigue siendo una realidad dentro del colectivo

Ronny de la Cruz, presidente de COGAM

Ronny de la Cruz, presidente de COGAM

Francisco Quintero
Director de Diversos Magazine

Doctor en Periodismo por la Universidad de Málaga

Ronny de la Cruz, presidente de COGAM, aborda en esta entrevista, de la mano de Francisco Quintero, director de Diversos Magazine, la doble discriminación que enfrenta como persona afrodescendiente dentro del colectivo, la importancia del asociacionismo para la defensa de los derechos y el papel de COGAM en la lucha por la igualdad. Además, analiza el retroceso de derechos en el contexto actual y la necesidad de estrategias efectivas para consolidar los avances logrados.

Sin hablar del contexto general de la diversidad, me interesan mucho dos de los aspectos que tú representas. En primer lugar, por el asociacionismo histórico, y luego, en segundo lugar, tu perfil como integrante del colectivo afrodescendiente. Es muy importante destacar la doble injerencia de la fobia que tú recibes como persona del colectivo y además como persona afrodescendiente. Esto me gustaría que hablaras no solo como primera persona, sino porque me dijeras cómo y qué y hacia dónde se tiene que dirigir y qué necesitamos hacer para que esa doble fobia que reciben personas como tú pueda ser por lo menos liquidada.

Pues a ver, primero, yo llegué a COGAM en el 2008 como usuario del grupo joven de COGAM y luego pasé a coordinarlo. Estuve como tres años, y luego estuve en la junta directiva ya directamente como vicepresidente con Esperanza Montero. Luego salimos de allí, estuvimos unos años más como socios, ayudando más puntualmente en algunas cosas y en 2018 volví a entrar en una junta directiva con Carmen y, desde el año antepasado, 2023, soy presidente. En todo este tiempo, que son ya unos 15 o 16 años, he ido pasando y contactando con mucha gente en diferentes grupos y diferentes ámbitos de lo que es COGAM y con quien se relaciona COGAM, que es con muchas personas dentro del ámbito de la política, dentro del asociacionismo, con otras entidades de Madrid y de fuera del Estado a través de la federación.

¿Cómo podemos poner énfasis en las necesidades para que dentro de la comunidad LGTB se entienda la afrodescendencia, las discriminaciones múltiples? Pues básicamente sensibilizando. Suena muy obvio, pero visibilizando y verbalizando las diferencias, estas no tienen que separarnos, sino unirnos, servir de motivo para unirnos, porque al final hay muchas cosas que nos atraviesan a todos. Pero aun así ser conscientes de cómo las discriminaciones nos afectan de manera diferente a pesar de que haya cierta comunicación y cierta unidad. Es decir, yo como persona afrodescendiente, mis interacciones, por ejemplo, en una red social de ligar no son iguales, por los sesgos que tiene la gente, por el sesgo que tiene el algoritmo, que poco se habla de los algoritmos, y luego también a nivel social en el mundo tangible, no en el digital, pasa un poco lo mismo y eso no está tan tratado.

En COGAM deberíamos hacer todavía un esfuerzo más grande en ello; estamos trabajando, pero no está tan afinado como debería. Yo soy la primera, hasta donde yo tengo memoria, la primera persona afrodescendiente que entra en una Junta y soy la primera persona afrodescendiente que ha llegado a ser presidenta de COGAM. Salvando a Pedro Zerolo, que tampoco podemos decir que sea exactamente afrodescendiente, aunque de refilón algo tenía, pero no se podía definir como una persona afrodescendiente. Tú lo veías por la calle y dirías que es blanco, aunque no podamos definirlo tampoco como blanco. Entonces ahí nos quedan muchas cosas por trabajar, en COGAM como asociación y creo que en el colectivo también muchísimas.

¿Cómo lo vives en primera persona? No es fácil para mí, que tengo mi edad y salí del armario hace 30 años y soy libre, me siento libre y aún así sigo notando las miradas aviesas. Como tú, desde el asociacionismo de un liderazgo de asociación y encima siendo consciente de esas ausencias afrodescendientes que deberían estar de forma natural y no lo están. ¿Cómo vives tú esto con tu propia mirada en COGAM, por ejemplo? ¿Das más codazos para que haya más espacio para personas como tú?

Pues intento poner acento en ello, en todo lo que se hace, intentar que no deje de haber una mirada diversa en todos los ámbitos, no solo en letras, sino en pieles y en orígenes. Por ejemplo, algo muy concreto, los Premios Triángulo, no siempre han tenido presencia de personas de realidades no españolas a la hora de premiar, ya sean entidades o ya sean personalidades anónimas o públicas. Intento hacer un énfasis de «Oye, ojo que no solo hay que tener presencia de todas las letras, sino también de todas las realidades». Eso en los premios. Cuando nos toca a lo mejor plantearnos en el mes de junio quién va a ir acompañándonos en la pancarta de cabecera del orgullo, pues también es otro momento fundamental que esa foto no sea simplemente las de siempre o las más habituales y las cuatro entidades más dignas de referencia que usualmente están capitaneadas por personas blancas.

Hay una pequeña broma que tengo con algunas personas del entorno del asociacionismo LGTB y caí en ello hace un par de años, incluso antes de ser presidente, y es pararme un momento en un determinado evento, y ser el único; soy yo y a lo mejor un camarero o camarera. Ya estaría. Eso nos indica que aún nos falta mucho por trabajar. Hay personas latinoamericanas y afrodescendientes del colectivo. Porque no están ahí presentes. Tienen círculos propios o no tienen círculos en absoluto. Yo me inclino o quiero creer que tienen algunos círculos propios, pero que son un poco frágiles. Entonces hay que hacer un trabajo para ver cómo se llega a esas personas y ver cómo las integramos en el movimiento.

Nosotros desde Abengsa y yo mismo colaboramos con asociaciones de Guinea Ecuatorial y de Senegal del colectivo donde hay verdaderos problemas para manifestar lo que son sus identidades, tanto de género como sexuales, y yo echo de menos el puente que deberíamos organizar desde aquí para que sea más llano el acceso. Dar pie a la información, a la formación e incluso a los conceptos de identidad para que muchas personas puedan entenderse a sí mismas. Desde COGAM, tú como presidente, os habéis planteado algo así. Porque creo que es muy necesario desde el asociacionismo de este lado de aquí, que estamos en una zona de confort por mucho que sigamos reivindicando, porque estamos necesarios porque aún hay muchas cosas que hacer. Pero es que allí lo están pasando muchísimo peor.

Allí están en otra fase mucho más anterior. Hay que tener en cuenta también que somos personas privilegiadas porque estamos donde estamos. Primero, por el desarrollo que tiene; segundo, porque estamos en la capital del Estado; y tercero, por la posición socioeconómica que es X, sin ser precisamente multimillonarios ni mucho menos, pero es privilegiada respecto a muchas otras personas de España y ya ni te digo fuera del país, de otras partes del mundo, como has comentado. Ahí es verdad que deberíamos de hacer algo más de hincapié; lamentablemente, no nos llegan las manos. Nos gustaría; de hecho, el ámbito de actuación de COGAM es Comunidad de Madrid, pero sí que estamos en estamentos internacionales, y es verdad que tenemos una presencia un poquito más reducida en ese caso. 

Sí que en ciertos momentos hemos tenido un grupo de derechos humanos que ha tenido su foco centrado en la actuación internacional y en denunciar y visibilizar determinadas realidades a nivel internacional, como pueden ser las leyes LGTB que van saliendo no solo de Rusia, sino de algunos países de Europa del Este. Las que han salido con toda la situación que se ha ido produciendo en Italia desde que gobierna Meloni y algunas realidades de África, de muchos países de África que tienen leyes que no es que sean anti-LGTB, es que nos condenan a muerte muchas veces. Entonces sí que hemos tenido ese grupo; lamentablemente no ha sido constante en el tiempo porque algunas veces los voluntarios van y vienen, pero hemos tenido ese foco que nos gustaría tener un poco más amplio.

Aparte de eso, nuestros programas y servicios de atención a personas en situación de vulnerabilidad sí que recogen testimonios y realidades de personas que han migrado y están aquí y tienen determinadas realidades. Ahí pues no podemos cubrirlas todas, pero podemos asesorar para que vayan cubriéndolas. Y justo ahí, pues sí que tendemos ese pequeño puente para que puedan avanzar, puedan establecerse aquí si eso es lo que desean y, en fin, vayan cubriendo sus necesidades, no solo las primarias de un trabajo y un techo, sino también las que no son tan básicas, como socializar, conocerse, leerse a sí mismas, pensar y cuestionarse para evolucionar y crecer como persona.

Dejamos ya el capítulo de negritud que para mí en esta conversación era muy importante por lo que tú representas para el colectivo como persona. Y ahora me gustaría hablar un poco de COGAM, ya que tengo al presidente en esta pequeña charla. ¿Qué hacéis?, ¿hacia dónde vais?, ¿cómo queréis crecer?, ¿qué objetivos, planteamientos, ¿qué necesitáis?, ¿quién os trata mal?, ¿quién os trata mejor?

COGAM nace en 1986 en torno a las primeras muertes por sida en Madrid; viene heredado de otros colectivos y de otras plataformas, como casi todo en general. Ha ido evolucionando con el tiempo, evidentemente. Al principio, de hecho, de ahí viene el primer nombre colectivo gay de Madrid. Pero luego pasó a ser colectivo de gays y lesbianas. Y ahora es colectivo LGTBI+ de Madrid. Ahí abarcamos todas las realidades, todas las letras y objetivos.

Respecto a cómo estamos trabajando a día de hoy, pues tenemos servicios de atención a personas vulnerables, servicios orientados a la salud sexual, pruebas rápidas, asesorías médicas, asesorías de todo tipo, jurídicas, médicas, psicológicas… y luego grupos de socialización y de autoapoyo en todos los ámbitos, tanto en VIH como de personas trans. Hay diferentes grupos; esos no son de autoapoyo, sino más bien de socialización en sí y orientados en edades. Uno más joven, que es aproximadamente hasta los 30 años, que es más neutro en cuanto a edades y está abierto a todas las edades y a otros grupos de socialización que son más desestructurados en cuanto a edades, como puede ser el de senderismo y demás, que nos viene muy bien porque, además, es otra forma de activismo, que es llevar y visibilizar al colectivo de repente en medio de la sierra de Aragón, por ejemplo, que viene también muy bien de vez en cuando porque ahí también existen personas del colectivo. De hecho, este año es el año federal dedicado a las realidades rurales. Entonces ese grupo, aparte de hacer una actividad deportiva y demás y de socializar, hace un servicio de activismo muy importante. Objetivos, aparte de desarrollar los servicios que tenemos a nivel político. Uno en la Comunidad de Madrid y ampliar los derechos que se han ido retirando, que ahora parece que se han recuperado algunas cosas, pero no estamos en la situación previa, que ya de por sí no era la ideal, y a partir de ahí sentarnos con la gente para seguir desarrollando nuevas realidades y nuevos objetivos que queramos realizar como colectivo.

Háblame sobre la financiación

La financiación no está mal, pero podría ser mejor. La financiación nos llega a través del IRPF, pero en fin. Ahora nos están planteando, por ejemplo, que de aquí al año que viene van a cambiar estructuras, que aún no han quedado muy claras cómo van a cambiar, pero que es probable que bajen los importes. A nivel de ayuntamiento teníamos una serie de subvenciones que ya se dejó de recibir. Afortunadamente, somos una de las pocas entidades que tiene una base de socios muy amplia que nos permite seguir y mantenernos bien y, bueno, las subvenciones están ahí; de momento parece que aguantan bien, pero tampoco estamos para dar campanas al vuelo.

Tenemos proyectos que nos gustaría que estuvieran mejor financiados. Por ejemplo, dentro de educación, lo que sí está subvencionado es ir a institutos a dar charlas; son charlas sobre la diversidad, llegamos a 9.000, 10.000 alumnos cada año. Lo que no está financiado y que lo hacemos con fondos propios es hacer un estudio con los datos que recogemos de las charlas. Al final de las charlas pasamos un cuestionario y eso, ese procesador de datos y ese análisis que es complejo porque son 10.000 encuestas, eso se hace con fondos propios, con tiempo que no está pagado, con voluntariados que a veces son de los propios técnicos que tiene COGAM.

¿Cómo ves en general la percepción de lo que sucede en este retroceso? Eres muy consciente de lo amplio que ha sido nuestro universo en la mejora de nuestros derechos, pero también estás siendo muy consciente del retroceso tan brutal que estamos viviendo y cómo de repente de nuevo nos hemos convertido en la diana de los ataques de todos los ultrafascismos o ultratotalitarismos que vemos en nuestro entorno, que se supone que era el modelo occidental europeo, como puede ser Meloni o Trump, que está disparado a diestro y siniestro contra todo lo que sea…

Y a ver qué pasa en 2 semanas en Alemania.

Efectivamente. ¿Cómo ves esa situación y qué crees que podemos hacer?

Yo creo, y entiendo que esto viene de una agenda clara y coordinada, de una llamada internacional ultraderecha que busca revertir no solo lo nuestro, pero también lo nuestro, y busca volver atrás en el tiempo. Que busca volver, si puede, al siglo XIX, pero de entrada al menos al siglo XX. Todo lo que puedan ir para atrás, para ellos estupendo. En muchos ámbitos ya lo estamos viendo, con el aborto, en la mujer; lo estamos viendo nosotros mismos en colectivos LGTB. Lo que debemos dejar muy claro a la sociedad es que se entienda la necesidad de mantener lo conquistado y de no volver atrás y explicar que lo que se quiere hacer es retirar derechos a la gente, simplemente eso. Entonces ese es el gran reto que tenemos para los próximos años: reforzar la posición política para que todo lo que sea conquistado en la calle y gracias a determinantes avances legales no vuelva para atrás. Y yo creo que fundamental es eso, estar muy presentes tanto en la calle como en redes, llevando y poniendo en ejemplos tangibles, es decir, en testimonios de la gente que supone en un momento dado que se están dando pasos para atrás. Verbalizar que, si en un momento dado llegan a cuestionar el matrimonio LGTB, un montón de gente que está casada dejaría de estarlo, que si a tu primo, a tu abuelo, pareja o amigo le sucede algo, no sería entendible en un matrimonio entre hombre y mujer. Creo que hay que buscar ese ejemplo, ese testimonio, para que en un tiempo en el que estamos un poco insensibilizados por la infoxicación tan grande, llevar a la gente el testimonio para hacerlo más tangible, para que no sea un simple número. Que no por defender un determinado posicionamiento ideológico económico tengamos que perder los demás derechos a nivel social. E incluso dentro del colectivo, que esa es otra.

¿No crees que pecamos de buenismo? ¿Por qué volver a explicar lo que ya hemos explicado y analizado con la reglamentación oportuna? ¿Por qué realmente no se es taxativo dentro de la ley?

Existen determinadas situaciones que a nivel legal es muy complicado llegar a sancionar. Si no llegamos, en muchas ocasiones, lamentablemente, a situaciones como las de Samuel. Es muy complicado. Y aún así ahí hay que felicitar a las compañeras de Alas A Coruña porque han hecho un trabajo ejemplar para que esa sentencia sea la que es. Que eso no pasa muchas veces, ni con programas de sensibilización a jueces y fiscales. Sí, la verdad es que sí que podríamos apretar un poco más ahí, la verdad.

Y la última pregunta. Me importan mucho los acrónimos; creo que hay algo muy importante sobre ese tema y yo soy de poner todos los acrónimos, para que todos estén incluidos. ¿Cuál es tu opinión y por qué vosotros no utilizáis la Q?

Hay que decir cosas que a veces no son o no van a caer bien a mucha gente, pero no voy a dejar de decirlas, evidentemente. Creo que todas las estrategias son buenas y son positivas, pero ante todo hay que tener muy claro dónde está el enemigo, porque a veces se peca de atacar posiciones que a veces, sin coincidir con las tuyas, no son realmente contrarias. Dicho esto, nosotros no usamos la Q. COGAM tiene sus propios procesos congresuales cada cierto tiempo, en fin, como toda asociación y encima una que tiene ya su antigüedad, y en el último incluimos la I que no estaba incorporada. En el próximo probablemente incluyamos la Q, que será dentro de otros dos años. Pero lleva sus tiempos; una organización grande implica sus tiempos. Incluimos el plus y entendemos que ahí va incluido todo lo que no va ligado al significado de las letras. Ahí yo también, y este es probablemente el punto que no guste a mucha gente y que tiene sus pros y sus contras y es rebatible y cuestionable; de hecho, yo lo hago constantemente, pero creo que a veces hay que plantearse cierta economía o cierta fórmula para transmitir el mensaje, porque habrá compañeras, con razón, que digan que por qué no está la A de asexual. Vale, metemos la A; habrá otras compañeras y compañeros, con razón, que digan que por no estar la NB de no binarios. Quiero decir que vamos incorporando y la diversidad va avanzando y construyéndose con el tiempo y, reflexionando sobre quiénes somos y cómo somos, van apareciendo nuevas letras y, por mucho que queramos incluirlas todas, siempre alguien va a quedar fuera. Entonces, para poder llegar, creo que hay que fijar un marco que no quita que esas otras realidades que vamos descubriendo se vayan a dejar de tratar, o se vayan a ignorar. Es un ejercicio que yo también me planteo mucho, y es que lo que no se nombra parece que no existe, entonces estoy planteando por otros lados, tratando de gestionarla de la mejor manera posible.

Compártelo en tus redes sociales...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *