La asociación aragonesa denuncia que se trata de una muestra más del auge de los discursos de odio “que pretenden intimidar y silenciar” a quienes defienden la igualdad y los derechos humanos. Carmen Martín, coordinadora de ACCAS y miembro de la directiva de CESIDA, subraya la urgencia de que “la sociedad esté al nivel de los tiempos que corren y que las políticas estén acordes a ello”.
La Asociación SOMOS LGTB+ de Aragón ha sufrido este martes un acto vandálico en su sede, donde ha aparecido pintada una esvástica en la puerta principal del local. La organización, que forma parte de Cesida, tiene como objetivo acompañar y dar respuesta a las necesidades de las personas LGTBI+, y denuncia en un comunicado que este ataque “no es un hecho aislado, sino una muestra más del auge de los discursos de odio que pretenden intimidar y silenciar a quienes defendemos la igualdad y los derechos humanos”.
La asociación aragonesa ya ha denunciado en comisaría el ataque, exigiendo asimismo a las instituciones y a la sociedad en su conjunto una condena firme ante estos hechos. “Lo que no se denuncia no existe, y la defensa de los derechos LGTBI+ es una tarea colectiva que nos interpela a todas y todos”. Este acto de odio enfatiza la importancia de su trabajo y la necesidad de construir espacios seguros donde todas las personas, independientemente de su orientación sexual, identidad o expresión de género, puedan vivir con dignidad y libertad.
Leticia Ojeda, técnica de Igualdad en SOMOS LGTB+ de Aragón, destaca que este tipo de actos van en aumento y teme por su seguridad y la de sus compañeras, pero se mantiene firme en la necesidad de ser visibles y no dejarse amedrentar. “La gente debe estar atenta porque es una prueba fehaciente de que los discursos de odio tienen como respuesta delitos de odio, no podemos permitir que esto siga creciendo”, subraya la profesional de la entidad.
Además de la rotunda condena de este tipo de ataques, Carmen Martín, coordinadora de ACCAS y miembro de la directiva de CESIDA, pone el foco en la necesidad de aprobar un Pacto de Estado contra los Discursos de Odio: “Lo que hace falta es que la sociedad esté al nivel de los tiempos que corren y que las políticas estén acordes a ello. Si ahora mismo hay una corriente que trata de violentar a una parte importante de la sociedad, el resto pongamos pie en pared para detener el avance de todos esos discursos de odio, que son la antesala de la violencia y de los delitos de odio”.
Carmen Martín incide además en la importancia de un Pacto de Estado contra los Discursos de Odio para que la defensa de los derechos fundamentales no dependa de coyunturas políticas concretas, ya que “hay políticos en nuestro país que lo primero que hacen es quitar subvenciones para la integración y la formación de las personas del colectivo, que también lo hacen con las personas gitanas y con la ley trans está pasando de una forma muy explícita”. Y concluye recordando que no hay que dar un paso atrás en esta materia, puesto que “en cualquier momento podemos perder muchos de los derechos adquiridos”.
