LGTBIfobia en las aulas: un 23% de los adolescentes no han salido del armario

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REDACCIÓN. Aunque tendría que ser al contrario, los niños no se sienten seguros en sus coles. Así lo refleja el último informe elaborado el Colectivo de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales de Madrid (COGAM), que muestra que no siempre lo es debido a la LGTBfobia en las aulas: solo un 23% de adolescentes LGTB ha salido del armario.

Un 21% opina que no saldría, “por lo que debe de percibir un ambiente poco seguro en el aula o que, aunque este no sea un espacio hostil, su visibilidad puede tener consecuencias negativas en el trato con otras personas del centro o sus familias”, afirman las autoras de la investigación. Y un 29% reconoce que saldría si las condiciones fueran más favorables.Para elaborar el informe han entrevistado a 6.256 estudiantes de 63 centros de la Comunidad de Madrid, el 78% de ellos públicos. Del total del alumnado que ha respondido a la encuesta, un 74,1% se declara heterosexual, un 12,2% bisexual, un 3,9% homosexual (gais y lesbianas) y un 9,8% prefiere no decir su orientación sexual. En cuanto a identidad de género, un 2,8% es alumnado trans; de ese porcentaje, un 1,7% serían personas no binarias

LGTBfobia en las aulas: principales datos

Como apunta el informe sobre LGTBfobia en las aulas, los chicos cisheterosexuales son los que tienen una mayor carga de prejuicios: el 50,7% no se muestra respetuoso con la diversidad y un 33,4% de ellos está de acuerdo con la afirmación “Está bien ser gay, lesbiana o bisexual, pero que no se le note”. Esto indica, según las autoras de la investigación, que “todavía hay un problema con la expresión de género no normativa”. En el caso de chicas cishetero, el porcentaje de quienes tienen problemas con la diversidad es del 28% y un 15% de ellas estaría de acuerdo con que “no se note” que es LGTB. Entre el alumnado LGTB también hay LGTBfobia interiorizada, ya que el 20% tienen prejuicios. 

Uno de los datos más llamativos, tal y como ha destacado COGAM, es el referente a las personas bisexuales. Del total de alumnado encuestado, un 42% responde que preferiría no tener una pareja bisexual. Este porcentaje de bifobia aumenta hasta casi el 60% en el caso de chicos cishetero. Un 45% de chicos cis y gais preferirían no salir con un chico bisexual y este porcentaje es del 40% en el caso de chicas cishetero.

La LGTBfobia no es exclusiva de las aulas, también ocurre en los hogares. De acuerdo al informe, un 24,5% del alumnado piensa que de ser homosexual, bisexual o trans su familia no lo aceptaría. Si diferenciamos por orientación e identidad, los porcentajes difieren. Así, un 29% de alumnado homosexual y bisexual piensa que si su familia lo supiese, no lo aceptaría. En el caso de las personas trans este porcentaje asciende a un 31%. Esto indica que estos menores “carecen de parte del apoyo a su personalidad e identidad que requieren para el saludable desarrollo de la persona”, tal y como indica el documento.

https://www.newtral.es/wp-content/uploads/2023/04/Informe-COGAM-LGTBfobia-en-las-aulas-2021-2022.pdf?x97595

Violencia y alumnado trans

La mayor parte del alumnado encuestado manifiesta aceptar sin problemas a las personas trans (91%). Sin embargo, el alumnado trans es el que afirma recibir más violencia respecto al alumnado LGB. Tal y como explican desde COGAM, “muy probablemente, el alumnado asuma que ‘aceptar a las personas trans’ es no ejercer violencia física sobre ellas”. Un 17% de adolescentes trans ha sufrido agresiones verbales frente al 7% de alumnado LGB. Además, el 14% afirma haber sido acosado por redes sociales y un 1,7% ha sufrido agresiones físicas. 

Quienes defienden a sus compañeros de insultos y burlas con un componente de LGTBfobia también pueden sufrir acoso debido al “contagio del estigma”, señalan las autoras del informe, que destacan también que el 66,5% del alumnado asegura que defendería a un compañero o compañera. 

Desde COGAM trasladan la importancia de “tomarse en serio” el acoso, aunque sea “de baja intensidad”, ya que “tiene un efecto negativo en el desarrollo del menor”: “La constante presión o la amenaza de la agresión repercute en la autopercepción y autoestima, generando graves consecuencias”, apuntan. Así, la LGTBfobia en las aulas provoca que el alumnado afectado “asuma la injuria como rasgo propio, autopercibiéndose a través de esa mirada”, Por otro lado, “se entra en un estado de hipervigilancia ante cualquier nueva amenaza, sea real o potencial”. Por último, “el acoso hacia otros menores también se vive como una señal de que uno puede ser el siguiente en ser agredido”.

Fuente: Newtral

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