El V Festival de Cultura Queer en Español concluyó en el Instituto Cervantes de Londres con un panel dedicado a los legados del franquismo sobre la comunidad LGTBIQA+, en el que investigadores y especialistas destacaron la necesidad de recuperar las historias borradas por la represión y su prolongación hasta la actualidad.
La investigadora Daniela Ferrández Pérez presentó un hallazgo excepcional: el álbum personal de Manolito Soler, artista queer gallego cuya trayectoria —desde un batallón disciplinario en Marruecos hasta los escenarios del Barrio Chino de Barcelona y la noche viguesa— revela espacios de creatividad y resistencia en plena dictadura. Ferrández subrayó el histórico olvido de Galicia en los relatos estatales sobre la memoria queer.
Por su parte, Moisés Fernández Cano denunció la invisibilidad de las mujeres sáficas en los archivos franquistas y recuperó casos como el de dos mujeres madrileñas cuya relación se mantuvo clandestina durante años o el de una falsa orden religiosa creada por dos mujeres expulsadas de conventos por “lesbianismo grave”.
El investigador Víctor M. Ramírez analizó los mecanismos de castigo del régimen, desde la Ley de Vagos y Maleantes hasta los centros de reeducación como Tefía, donde se aplicaban trabajos forzados y violencia sistemática. Recordó que las mujeres trans eran catalogadas como “homosexuales extremas” y que muchas mujeres lesbianas fueron sometidas a controles familiares, religiosos y psiquiátricos.
El moderador Iago Mora Arcas destacó la fragilidad de la memoria queer, citando la pérdida o destrucción de los archivos personales de figuras como Laura Frenchkiss, Carmen de Mairena y Encarnita Duclán. “Lidiar con la historia queer implica afrontar también los intentos de borrar estas vidas medio siglo después”, afirmó.
La edición de 2025, celebrada del 19 al 25 de noviembre, reforzó el papel del festival como referente de la cultura queer hispanohablante en Reino Unido. Su director, Jorge Gárriz, destacó que el evento “se ha convertido en un mapa de resistencias”, combinando literatura, cine, música, artes escénicas y análisis histórico, y rindiendo homenaje este año a la artista Perla Zuñiga.
Con una creciente proyección internacional, el festival reafirma su misión de preservar memoria, celebrar diversidad y consolidar un espacio de comunidad para las personas LGBTQ+ de la diáspora hispanohablante.
