La Fundación 26D planea abrir este año en la ciudad un vivienda de más de 230 metros cuadrados, y cuyo objetivo es crear un espacio seguro de acogida para las personas de la tercera edad
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La Fundación 26D, dedicada a la atención psicosocial especializada y profesional a personas mayores LGTBI, ha anunciado que abrirá en A Coruña la segunda residencia de España especializada en mayores de ese colectivo. Un piso supervisado en la ciudad para crear un espacio seguro de acogida para las personas de tercera edad LGTBI.
El presidente de la Fundación, Federico Armenteros, ha explicado que los mayores LGTBI «no están siendo bien tratados». En este sentido, ha apuntado que muchas personas «están armarizadas porque han vivido con miedo toda su vida, se han criado a palos, en el odio, no han podido aprender el afecto ni la socialización y han crecido interiorizando que eran malos o a malas, interiorizando la homofobia en la que se criaron». Armenteros ha añadido que «también han interiorizado lo que les decían y sentían desde pequeños, que estaban solos e iban a quedarse solos. Y hoy empiezan a advertir esa soledad no querida».
La residencia es un dúplex de más de 230 metros cuadrados en el barrio coruñés de Os Rosales, próximo al mar, cedido por la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de la ciudad y que tendrá capacidad para albergar a doce inquilinos. «Intentamos que la gente esté en su entorno, que se sienta en su casa para dar respuesta a las situaciones de soledad no deseada en el colectivo», ha afirmado el presidente de Fundación 26D.
«No es una residencia exclusiva para personas LGTBI, también está abierta a las personas heterosexuales, aunque éstas deben saber que nuestro trabajo está adaptado a las necesidades de las primeras», ha especificado Francisco Novo, el trabajador social de la Fundación que se encargará de la gestión del piso y de la atención a sus usuarios.
Uno de los principales problemas de los mayores LGTBI es que la marginación y exclusión a la que fueron sometidos les impidió desarrollar carreras laborales estables, cotizar y garantizarse una vida digna tras su jubilación. «El 67% de los mayores LGTBI tienen una pensión no contributiva. 480 euros. ¿Cómo vas a tener una vida digna o un envejecimiento activo con esos ingresos?«, se ha preguntado Armenteros.
La Fundación ha querido dejar claro que los proyectos de Madrid y A Coruña no pretenden construir guetos de mayores gays, lesbianas y trans, sino, al contrario, fomentar su integración y ofrecer soluciones a problemas tan habituales e inauditos como que una pareja no hetero sea separada cuando solicita plaza conjunta en una residencia convencional.