Torremolinos se ha sumado hoy a la conmemoración del Día Internacional de la Memoria Trans, una jornada destinada a recordar a las personas trans que han sido víctimas de agresiones tránsfobas, pero también a reivindicar dignidad, resistencia y futuro.
La efeméride, instituida a finales de los años 90 tras el asesinato de la mujer trans afroamericana Rita Hester en Boston, se celebra cada 20 de noviembre para denunciar la violencia estructural que afronta esta comunidad en todo el mundo. A lo largo de los años, el día ha adquirido una dimensión global, convirtiéndose en un recordatorio de que la transfobia no solo causa muertes físicas, sino también exclusión social, discriminación laboral, acoso y vulneración de derechos.
Las cifras recién publicadas por el proyecto Trans Murder Monitoring revelan que, entre el 1 de octubre de 2024 y el 30 de septiembre de 2025, se denunció el asesinato de 281 personas trans.
Tanto la Asociación Pasaje Begoña de Torremolinos como la Fundación Manolita Chen han destacado hoy la importancia de esta fecha. En un mensaje conjunto han subrayado que el Día de la Memoria Trans no solo honra vidas arrebatadas, sino que también visibiliza la realidad diaria de la comunidad trans en todo el mundo, denuncia la transfobia, la discriminación y los crímenes de odio; celebra la resistencia, la dignidad y la lucha por vivir con libertad y seguridad; e invita a reflexionar sobre el papel de cada persona en la construcción de espacios más justos e inclusivos.
“Recordar es un acto de amor y una promesa de cambio. Que nuestra memoria sea también compromiso”, han expresado ambas entidades en sus redes, subrayando la necesidad de mantener viva la conciencia social frente a la violencia que persiste.
Una acción simbólica en la Plaza Trans
El Ayuntamiento de Torremolinos ha celebrado este mediodía un acto conmemorativo bajo el título “Raíces y Alas: por la memoria y la vida trans”, una intervención comunitaria que combina arte, palabra y gesto colectivo. La cita ha tenido lugar a las 12:00 horas en la Plaza Trans, ubicada entre el Camino del Pozuelo y la Avenida San Francisco, junto al consistorio.
El acto ha comenzado con la lectura de un manifiesto a cargo de una persona trans del municipio, que ha puesto voz al recuerdo de quienes ya no están y al reconocimiento de quienes siguen construyendo futuro desde la resistencia cotidiana.
Tras la lectura, participantes y representantes municipales han llevado a cabo una plantación colectiva de pequeñas plantas y flores. Este gesto simbólico ha servido para representar las raíces de la memoria, que sostienen la historia y el legado de la comunidad trans, y las alas de la esperanza, que evocan un porvenir marcado por la libertad, la seguridad y la inclusión.
