Víctor Gutiérrez: ‘La palabra «woke» se ha convertido en el cajón de sastre para señalar a los progresistas como bichos raros’

Víctor Gutiérrez en una intervención en el Congreso. Foto web PSOE

Víctor Gutiérrez en una intervención en el Congreso. Foto web PSOE

En una entrevista con Francisco Quintero, el Diputado Nacional y Secretario LGTBI del PSOE, Víctor Gutiérrez, analiza los retos del colectivo en un contexto de discursos de odio crecientes y reivindica la necesidad de unidad, educación y políticas firmes para garantizar los derechos conquistados y afrontar nuevas problemáticas como el ‘chemsex’ y las terapias de conversión. «La política es ingrata, pero me iré con la conciencia tranquila de haber defendido aquello en lo que creo», sentencia

Francisco Quintero
Director de Diversos Magazine

Doctor en Periodismo por la Universidad de Málaga

Víctor cuéntame, ¿qué es para nosotros esto tan pernicioso que ahora nos llaman woke?

Pues es que yo creo que woke es la palabra que ha utilizado la gente reaccionaria para meternos en ese cajón de sastre a todos a todos los que pensamos diferente a ellos y que, además, somos progresistas. Ya hasta Disney es woke, hoy hacia una intervención justo Rufián en el Parlamento que ha sido muy buena porque decía todo woke, o sea Disney es woke, Frozen es woke, ser progresista es woke, aprobar el sueldo mínimo es woke. Entonces, yo creo que es como la palabra que han que han cogido para llamarnos a los progresistas “bichos raros”.

Para los que pertenecemos al colectivo, los acrónimos son muy importantes porque está claro que lo que no se define o no se nombra, no existe. Obviamente tú sabes en el posicionamiento en el que yo estoy haciendo esta entrevista, aunque no deba posicionarme. ¿Cómo podemos convencer a nuestras compañeras, tanto de partido como compañeras de viaje, en la igualdad, en la equidad, de que es necesario que haya una Q, que haya un +, y que es necesario que todos, todas y todes estemos en este barco de dignidad, igualdad y respeto?

Bueno, yo creo que evidentemente los tiempos van cambiando, y la dificultad de los temas que se ponen encima de la mesa va ‘in crescendo’. Hace 20 años, la batalla fue muy larga, pero el relato de si “yo amo a un hombre” o si yo soy una mujer “a una mujer”, qué te importa que yo me pueda casar. Creo que era mucho más sencillo que cuando hablamos de identidades o cuando hablamos de otro tipo de cosas más complejas, entonces yo creo que hace falta mucha información y explicar muchas cosas.

Sobre todo, el mensaje tiene que ser dotar de derechos y de garantías a personas que las necesitan y que no las tienen. Dotar de estos derechos no significa que nadie los vaya a perder; garantizar los derechos de las personas no binarias, trans o queer no significa que se vaya a desproteger a nadie, y creo que ese trabajo hay que hacerlo mucho porque supone un debate incluso entre los propios colectivos. A día de hoy, ni siquiera la Q está incorporada en la mayoría de los colectivos, es un debate también interno porque la teoría queer es una cosa, pero las personas queer es otra. Entonces, creo que hace falta desarrollarlo mucho más, también dentro del activismo, para poder convencer a nuestras compañeras de viaje como dices.

El miedo, y lo dice un protagonista del colectivo que lo había desdeñado y lo había dejado atrás, ha vuelto. Incluso en la reunión de propietarios, notas como el vecino agrio utiliza de manera absolutamente sublime la manera para hacerte sentir infravalorado; o en supermercado, en la calle o en un taxi. ¿Por qué ha vuelto y cómo crees que nosotros necesitamos revertir ese miedo?

Yo creo hace unos años era como una cosa prácticamente marginal, que no tocaba o estaba ya fuera de lugar; por supuesto que existía, pero se miraban con otros ojos. La lgtbifobia lo que ha pasado es que, hablo de España, pero ocurre en todo el mundo, en el tablero político, la ultraderecha ha entrado con mucha fuerza, y discursos que se hacían con la boca pequeña y con vergüenza, ahora los tienes diariamente en las redes sociales de manera impune. Cuando tienes a representantes públicos cada día en las Cortes y en los parlamentos haciendo ese tipo de discursos, cuando los medios de comunicación se les da voz y se debate en una tertulia, pues evidentemente eso lo que hace es que alienta e impulsa a que la gente se sienta más libre y se sienta legitimada para tener esos comportamientos. Entonces, esa mirada que antes no ocurría o ese comentario de “maricón”, “bollera” o “que asco” que antes no se hacía, ahora se siente legitimado. Creo que este es el foco del problema, que los discursos de odio están absolutamente normalizados en nuestra sociedad.

Y la segunda parte de la pregunta sobre cómo se le puede combatir, pues hay mucha gente que dice antes nos valía lo de “no le des voz porque le estás dando publicidad”, pero es que ya están aquí, osea Trump está gobernando Estados Unidos, Milei está gobernando Argentina, Meloni está gobernando de Italia, Orbán en Hungría… Aquí tenemos en Madrid, nuestra “ultra patria” no es Abascal, es Ayuso. Entonces, sí que es importante ponerse frente al espejo y denunciar lo que hacen, y yo creo que ahora es el momento de la unidad de la de la de la Comunidad de LGTBI, tenemos que estar absolutamente unidos y ser conscientes de que los derechos que tanto nos han costado conseguir, se puede volver atrás como estamos viendo en muchas partes del mundo.

El PSOE es el partido de la diversidad, es el partido que, cuando ha tenido responsabilidades de gobierno, nos ha dado pues una cobertura jurídica que nos ha dado un espacio de dignidad. A ti te toca llegar en un momento en el que, “lo más grande ya lo hemos hecho”. ¿Qué nuevas propuestas, cómo podemos de alguna forma zarandear el árbol para que sigamos subiendo, aunque sea un escalón un pequeñito? ¿Cuáles son tus medidas, tus propuestas, tanto ante de la ejecutiva federal como con tu responsabilidad las Cortes?

Aquí pasa una cosa, que es que hay mucha gente que tiene la falsa creencia de que en cuanto se aprueba una ley o se reconoce un derecho, cambia la mentalidad de la gente y ya es todo maravilloso. Y no, de hecho, este año cumplimos 20 años en julio del matrimonio igualitario y todavía hay mucha gente en España, creo que es absolutamente minoritaria, pero todavía hay gente que piensa que eso no es matrimonio y que no deberíamos tener derecho. Por tanto, la consecución de un derecho es el primer paso luego, queda un camino muy largo y complejo como es aterrizar esa ley. Recientemente hemos aprobado la ley LGTBI Trans, que tiene medidas en sanidad, educación, en el trabajo las empresas, pues esas empresas tienen que adaptar esos planes de diversidad y reconocer los protocolos en el ámbito sanitario; es decir, queda un trabajo muy largo porque sigue habiendo discriminación al colectivo.

Entonces, aunque hemos conseguido mucho, todavía queda lo más importante que aterrizarlo, y luego sí que creo que hay otro tipo de cuestiones porque, al final, las sociedades se van haciendo más complejas y vamos evolucionando y, en ese sentido, los principales retos que tenemos son: en primer lugar, alcanzar un pacto de Estado contra los discursos de odio, que eso debe ser una línea roja para todos los partidos. Otra de las de las de las principales metas es criminalizar las terapias de conversión, que están prohibidas por ley, pero son una sanción administrativa que en muchos casos no llega nada, por tanto, creemos que tenemos que meterlas en un Código Penal porque son prácticas aberrantes y monstruosas y deben tener una consecuencia penal. Luego, un tema que, además, somos el único partido que lo lleva en el programa electoral y que lo estamos abanderando, es la problemática del ‘chemsex’; cada vez son más las personas del colectivo, especialmente hombres que tienen sexo con hombres, que hacen un uso problemático de esta práctica y hay incluso víctimas mortales. Es un problema de salud pública y hay que prestarle atención además de tratar de rascar un poquito detrás de eso y descubrir por qué, porque además es gente adulta, gente con carrera, gente formada, gente con un buen nivel económico, etc. Es un problema también de salud mental, de todo lo que conlleva ser una persona LGTBI u homosexual, entonces ahí tenemos bastantes problemáticas que van evolucionando.

Sobre todo, también garantizar los derechos de las personas trans, que constantemente están amenazadas. Aquí ahora seguramente, el Partido Popular traiga una iniciativa para acotar su participación en el deporte a la biología, entonces no solamente es las problemáticas que van surgiendo, sino también defender todo lo que tenemos que no es tarea fácil.

En esa defensa tú manejarás unos datos muy concretos, porque, además, por tus responsabilidades, te llegará toda la información. A mí me gustaría que hicieras una valoración, porque conocemos algunos datos como el mayor número de denuncias, el mayor número de agresiones o los casos tan aberrantes que vemos de manifestaciones de jueces o de otro personal de la administración pública. Cómo de mal está la situación o como de bien, aunque creo que está de mal porque hemos empeorado, y cómo creéis que es ese progreso porque el observatorio del gobierno tendrá unas pautas y unas medidas. ¿Puedes adelantarnos un poco eso?

Aquí conviven dos realidades: por un lado, hay quien te dice, por ejemplo, que fíjate con todas las políticas de igualdad que se han puesto en marcha, cada vez hay más denuncias, cada vez hay más muertas por violencia de género, que eso en tiempos de franco no pasaba. Entonces fíjate lo vacío de ese contenido, te dan ganas de decir claro, porque no ibas a denunciar o porque te decían “algo habrás hecho”, por eso digo que conviven dos realidades, por un lado, cada año es verdad que aumentan las agresiones, porque se denuncian, la gente está más sensibilizada y concienciada de que no tiene por qué soportarlo, está más animada era a denunciar y a poner en conocimiento de las autoridades. Por otro lado, convive la realidad de que los discursos de odio van aumentando, por tanto, también hay más agresiones y hay, nosotros manejamos el dato, de que hay un nivel de infradenuncia, es decir, gente que sufre una agresión lgtbifóbica y no vas a denunciar, del 90%. Es decir, las denuncias que conocemos son solamente el 10%, son muy pocas de todas las que se producen.

Esto nos representa que todavía las víctimas sienten que la justicia no funciona o que la policía no les va a atender bien. Es verdad que existen programas de sensibilización y de formación a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado para que, cuando ocurren este tipo de agresiones, sepan atender a la víctima. Pero, también es verdad que nos llegan muchos casos de víctimas que no se sienten bien tratadas por la policía o que incluso, imagínate, agreden a una víctima, va a denunciar, se la atiende correctamente porque el cuerpo de policía está formado, y luego llega el juez de turno y dice bueno, pero “maricón” es una cosa que se dice en el fragor de un calentón. Entonces todavía queda mucho y, en ese sentido, sí que se está trabajando para formar a los jueces y los policías.

La última pregunta, en el ámbito de algo quimérico o utópico, aunque real, porque yo creo en lo que peleamos y lo que luchamos. ¿Qué desea, qué anhela Víctor, que cuando dejes el espacio, porque es un hecho natural y tendrás que dejar el espacio, mirar para atrás y decir “estuve allí, estuve en este contexto y dimos este pasito”?

Hombre, he comentado antes sobre todo el tema de las terapias de conversión y el tema del ‘chemsex’ los siento un poco con orgullo, como que son un poco mi aportación. Me gustará, una vez eché la vista atrás, pues saber que he podido aportar mi granito de arena, por ejemplo, para que se metan en el Código Penal, que haya algún tipo de visibilidad y de avance sobre la problemática del ‘chemsex’. Al final, la política es muy exigente e ingrata, por desgracia, entonces yo lo que te puedo asegurar es que me marcharé con la conciencia tranquila de haber defendido aquello en lo que creo y de haber puesto todo mi trabajo y mi espíritu. Por eso, espero que los demás, cuando puedan hacer una valoración de cuentas en mi trabajo, que digan “el tío puso todo su empeño, se partió la cara por estar ahí”, y que la gente me recuerde con cariño y sabiendo que estuve aquí el tiempo que fuese, pero que defendí con firmeza los derechos del colectivo LGTBI. Pero bueno, eso solamente lo podrá decir el tiempo.

Compártelo en tus redes sociales...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *