El guardameta madrileño Alberto Lejárraga, primer futbolista español que hizo pública su homosexualidad y que este verano celebró su boda con Rubén Fernández, sufrió insultos homófobos en el encuentro que disputó la UD San Sebastián de los Reyes frente al Rayo Majadahonda
El fútbol español ha vuelto a verse salpicado por un episodio de homofobia en los estadios. El portero de la UD San Sebastián de los Reyes, Alberto Lejárraga Rubio, fue víctima de insultos homófobos durante el partido disputado el pasado fin de semana contra el Rayo Majadahonda en el Cerro del Espino, correspondiente al Grupo V de la Segunda Federación.
El árbitro del encuentro, Joan Masip Vidal, recogió en el acta que varios aficionados situados tras la portería proferían de manera reiterada gritos de “maricón” contra el guardameta. “El jugador se ha dirigido a mí indicándome que desde la grada le habían hecho comentarios homófobos en repetidas ocasiones”, detalla el escrito arbitral. Los seguidores portaban distintivos y banderas del club local.
Alberto Lejárraga (Madrid, 1995) se convirtió en 2023 en el único futbolista en España que milita en ligas semiprofesionales en declarar públicamente su homosexualidad. Ese mismo año, celebró con un beso a su pareja, el artista Rubén Fernández, el ascenso del Marbella a Segunda RFEF. Este verano, ambos contrajeron matrimonio en una ceremonia que marcó un hito en el deporte nacional como la primera boda gay conocida en el fútbol español.
El Sanse ha mostrado todo su respaldo a su portero a través de un comunicado en el que condena con firmeza los insultos recibidos: “Este tipo de comportamientos no tienen cabida en el fútbol ni en ninguna parte de la sociedad. Nuestro club defiende los valores del respeto, la igualdad y la inclusión”. Asimismo, el equipo ha instado a que se adopten las medidas necesarias para evitar que situaciones de este tipo vuelvan a repetirse.
Con 30 años, Lejárraga cuenta con una extensa trayectoria bajo los palos en clubes como Alcorcón, Navalcarnero, Granada o Real Murcia. Pese a los ataques sufridos, sigue siendo un referente de visibilidad y valentía en un deporte donde, hasta la fecha, ningún otro futbolista profesional ha hablado abiertamente de su orientación sexual.
¡Qué espectáculo! Un portero que da un beso en ascenso y luego tiene que lidiar con maricón. ¡Vaya manera de celebrar! Si el fútbol es un reflejo de la sociedad, parece que todavía algunos no se han enterado de que la inclusión ya es de pago y que el respeto es, básicamente, el billete de entrada. Bueno, al menos Lejárraga sigue a la altura, defendiendo el club con la misma pasión que su pareja. Esperemos que la próxima vez, la grada solo se dedique a gritar ¡Ánimo! y no a hacer de malos PAYASOS. ¡Ojalá pronto olvidemos estos detalles y solo disfrutemos del juego!Grow a garden stock