La Comisión Europea ha instado a los Estados miembros a prohibir las terapias de conversión y a aprobar planes nacionales de igualdad LGTBIQ+, tras constatar que una de cada cuatro personas del colectivo ha sido sometida a estas prácticas, una cifra que se dispara hasta el 55% entre las personas trans.
La Comisión Europea ha dado un paso al frente en la defensa de los derechos LGTBIQ+ al pedir a los gobiernos de los Estados miembros que prohíban de forma expresa las llamadas terapias de conversión, unas prácticas que buscan cambiar o suprimir la orientación sexual o la identidad de género de las personas y que, según los datos comunitarios, han afectado a una de cada cuatro personas del colectivo en algún momento de su vida. En el caso de las personas trans, el porcentaje asciende hasta un alarmante 55%.
La medida forma parte de la nueva Estrategia LGTBIQ+ 2026-2030, presentada este miércoles en Estrasburgo por la comisaria europea de Igualdad, Hadja Lahbib, quien calificó estas prácticas de “un atentado contra la dignidad de las personas”. “No son terapias, son agresiones que causan graves daños físicos y mentales”, subrayó.
Aunque la propuesta de Bruselas no es jurídicamente vinculante, el Ejecutivo comunitario urge a los Estados a seguir el ejemplo de los ocho países europeos —entre ellos España— que ya han prohibido estas prácticas. La Comisión también anunció que evaluará la “naturaleza, prevalencia e impacto” de las terapias de conversión para diseñar medidas más contundentes que impulsen su erradicación.
El nuevo plan comunitario incluye además la recomendación de que todos los Estados adopten planes nacionales de igualdad LGTBIQ+, siguiendo el modelo de los 13 países que ya cuentan con ellos. Pese a los avances sociales en materia de aceptación y tolerancia, los datos del Eurobarómetro revelan que el 37% de las personas LGTBIQ+ en la Unión Europea ha sufrido algún tipo de discriminación en el último año, cifra que se eleva al 67% en el caso de las personas trans.
Con este nuevo marco de acción, Bruselas busca consolidar un compromiso común frente a la violencia y la discriminación, y garantizar que la igualdad plena de las personas LGTBIQ+ sea una realidad en toda la Unión.







